Hoy os presento la curación del ciego. Alguien que sin ver creyó y fue curado.
Cristo nos hace ver y nos cura de cegueras que nos impiden ver a los hombres como personas, iguales en derecho y trato, Cristo no abre los ojos para que veamos en cada hombre un hijo de Dios, un hermano, aunque viva alejado de Dios. Del mismo modo, nos abre a nosotros los ojos, para que podamos ver los acontecimientos en su verdadera dimensión de salvación, así podremos ver con claridad los medios salvíficos, y entonces estar más cerca de Dios.
Me ha gustado mucho cuando ha podido ver de nuevo a sus padres.Vicente dectetive
ResponderEliminarEs una bonita historia que nos recuerda que la FE nos ayuda a conseguirlo todo.Alicia, besos
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